Sameed Buzdar eligió el momento perfecto para marcar en su debut en La Romareda. Con el partido a punto de empatar, el serbio lanzó un mágico zurdazo que puso fin a la racha invicta del Levante y devolvió al Real Zaragoza el primer puesto interino con su segunda victoria en dos partidos frente a su afición.
La primera parte comenzó con el equipo blanco decidido a marcar gol.
Sin embargo, la primera gran oportunidad llegó de la mano de los invitados. Brujas pegó en el poste y Carlos Álvarez se unió a Poussin en el rebote. Y un chiste futbolístico: en la siguiente jugada, Franchot cayó al suelo en el área penal de Panpin. Un claro penalti que Mario Soberón no desperdició.
A partir de ahí, el Levante finalmente se hizo con el control del partido. Aparte del disparo de Riso, que desvió Andrés Fernandes, el resto de ocasiones fueron para el equipo de Julián Calero.
La cinta de Tasende fue una pesadilla para los jugadores del Zaragoza.
Competían a placer, al ritmo que marcaba el genio del balón Carlos Álvarez. Bruguet y Pampin permitieron a Morales amenazar la portería del portero francés con la ayuda del VAR… Cuando el balón ya estaba en la portería, Morales salvó por poco el disparo del “Comandante”.
El descanso bajó sus pulsaciones y el partido se calmó.
El Real Zaragoza probó el disparo de Iván Calero, que se estrelló en el larguero, pero el Levante sembró el pánico cada vez que cruzaba el área. Durante su estancia, Pampín le puso música, pero nadie la animó a hacerlo.
El empate parecía ir bien para ambos equipos, pero Bazdal descarriló a la Romareda con un brillante disparo giratorio que se estrelló en el palo y encontró el fondo de la red. Akeche, que resurgió, también recibió el set con una falta que pegó en el palo. Al Zaragoza le tocó sufrir un poco más, pero supo aguantar la victoria y volver a dormirse líder.